miércoles, 19 de noviembre de 2008

Bombardero en la PUCP



INTERNET, TECNOLOGÍA Y LITERATURA EN 8 0 m 8 4 r d 3 r 0

Instrumentalizar las claves internéticas o virtuales y ponerlas al servicio de la novela: ese fue uno de los retos del autor a la hora de enfrentar el problema del libro-historia.

La red de redes, especie de ALEPH digital donde parecen estar todas las bibliotecas y todas las respuestas, suele ser o un espacio para el flujo de información de punta o un mar sobrecargado de información sin conocimiento. O información apócrifa, V. gr. el hoax, una especie de spam que se expande de manera viral. 80m84rd3r0 equilibra en esas antípodas: se alimenta de información verdadera e ironiza con los hoax. Por ejemplo: la combustión humana espontánea, la numerología, los Ovnis (“los extraterrestres son la versión moderna de los ángeles”), etc.


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Empero, la presencia más visible de Internet en este libro son los links que, exprofesos o sugeridos, crean maneras simultáneas de leer; esto es: digitalizan los añejos pies de página.

La presencia de la alta tecnología en la novela justifica, secunda y sustenta científicamente los mecanismos que activan aviones, armas de destrucción masiva, composiciones físico-químicas, coordenadas cartesianas, fuerzas de atracción-repulsión, cargas eléctricas enemigas, detonadores, estructuras arquitectónicas y electrónicas, vehículos locomotores y, claro, el funcionamiento de los organismos humanos y/o sus manipuladores genéticos.

Con lo cual la novela logra, además, un guiño tanto a la sobreinformación que caracteriza al mundo actual como a un género literario hasta no hace mucho considerado menor: el ciberpunk, cruce de novela negra con ciencia ficción (detalles, más adelante).

Es particularmente sintomática la presencia de una explosión real en la red de redes a partir de infecciones peer to peer (p2p) y que, al crearse en el cerebro no de un hacker maligno sino de los artistas digitales 0100101110101101.ORG, generan una nueva forma de arte en los monitores de millones de usuarios: www.biennale.py - www.epidemic.ws.

El autor refiere el uso tecnológico así: “Construí 80m84rd3r0 para saber qué pasaba al convertir el teclado de mi computadora en sintetizador”. Y amplía: “Entre 2001-02 escribí un texto de dos mil páginas, un vómito negro que parecía una mezcla de On the Road con Finnegans Wake que en NY se fue licuando con fragmentos de conversaciones, recuerdos, paisajes, bandas de sonido, monólogos, estados de ánimo y asociaciones de ideas en voz digital almacenadas en i-Pod. Todo lo grabado y escrito fue re-mezclado y sampleado aleatoriamente, hasta que combustionó. El reto era organizar el caos en forma de historia. A fines del 2003 tenía una ¿novela? de mil páginas preñadas de cicatrices, heridas por sus procesos de construcción/destrucción. El resto fue curar esas heridas y hacer invisibles esas costuras”.

Las similitudes entre construir un libro con fragmentos y generar música desde una consola es un rasgo arquetípico de la cultura posmoderna: mezclar, mixturar, licuar ideas sueltas y pedazos rotos. En 80m84rd3r0 son muchas voces las que confluyen, se alternan y yuxtaponen a manera de samplers interconectados, logrando una fluidez narrativa que, a falta de definición conocida, podría denominarse electrónica: crisol de géneros reciclándose inagotablemente en la velocidad de una prosa que busca atrapar la velocidad de los tiempos que corren.

En 80m84rd3r0, literariamente, confluyen: multi-etnicidad, fragmentación, complejidad, inestabilidad y pluralidad, como delineadores de una obra con signos rastreables en postmodernismo, metaficción, discurso científico, teoría del caos, semiótica, post-estructuralismo, novela pop, novela pos-tindustrial, nuevo periodismo y ciberpunk.

Ascendientes directos de César Gutiérrez: Joyce, Cervantes, Vallejo, Cioran, Ballard, Pynchon, Dick, Bowie, Lynch, Gibson y Houellebecq. Sin embargo –como ocurre en ULISES o FINNEGANS WAKE–, no se puede hablar de influencias sino de manipulaciones, metamorfosis y reciclajes de los referentes originales en provecho de una obra caníbal.

Oscar Tramontana.

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